Rendueles: Ultrajes

José Luis Rendueles (Gijón, 1972) es autor de un libro de poemas, Momentos Acotados (1996) y de un libro de relatos, Historias de Comarca (1998) y ha sido incluido en la antología poética 1O menos 30, al cuidado de Luis Antonio de Villena. Coordinó el fanzine Parsifal (1992-1997), dedicado a la literatura fantástica.

Philip Larkin: El barco del norte


Bibliotecario, cascarrabias, conservador, aficionado al jazz, Philip Larkin (1922-1985) puede ser considerado uno de los más importantes poetas ingleses de este siglo a pesar de lo mínimo de su obra: Un engaño menor (1955), Las bodas de Pentecostés (1964), Ventanas Altas (1974) y este El Barco del Norte, su debut allá por 1945, único volumen que permanecía inédito en castellano hasta la fecha.

Autor también de dos novelas, cientos de artículos sobre jazz y una antología de poesía inglesa del siglo XX, el suyo es un estilo que ha sido definido como "una bayeta de depresión". Sabiendo que la vanguardia de hoy es la tradición del mañana, defendía una línea clara, irónica, hiriente, prosaica, sobria, y sus versos nos hablan, con humor y desazón al mismo tiempo, de la imposibilidad de amar, de vivir, cíe ser feliz y de otras impotencias emocionales.

Es El Barco del Norte un poemario con rodos los defectos y las virtudes de un primer libro: fresco, influido por sus lecturas (sobre todo Yeats), desbordante de imágenes, ecléctico, y en el que Larkin pone parte de su futuro genio sobre la mesa en forma ora de ases ora de cartas marcadas.

Fernando Savater: La aventura africana

Los restos de un sueño adolescente
Fernando Savater, catedrático de filosofía, autor teatral y escritor, nació en San Sebastián, Guipúzcoa, en 1947, y es, sobre todo, un reconocido ensayista como lo avalan los numerosos premios que ha recibido a lo largo de su carrera, entre los que se encuentra el premio nacional de ensayo de 1982. Colaborador habitual de El País desde su fundación, entre el medio centenar de obras que ha publicado de encuentran Ensayo sobre Cioran (1975), Panfleto contra el Todo (1978), La infancia recuperada (1980) o Ética para Amador (1991). Las páginas de La aventura africana son, en palabras del autor, "los restos de un sueño adolescente, el pecio destrozado contra la escollera de un barco que no llegó a zarpar"; en ellas, Fernando Savater vuelve sobre su noción ética de la aventura, o aventura de la ética, en un ensayo sobre África y la literatura de algunos que, como él, quedaron hechizados por sus misterios.

Presentación: Una historia de interferencias

"Nadie se enamoraría si nunca hubiese oído hablar del amor"
La Rochefoucauld (citado por F. Savater en La Aventura Africana)

"Ya hay rebelión en imaginar que uno podría rebelarse"
Ana de Austria (citada por G. Debord en Panegírico)



La creación de Acuarela Libros surgió a partir de la idea y la ilusión de reunir dos proyectos, dos vías de difusión que habían nacido al mismo tiempo en lugares y con pretensiones distintas, pero que podían intentar complementarse y funcionar juntas. Estos dos proyectos eran la publicación Apuntes del Subsuelo y la compañía discográfica Acuarela. Ambos, casualmente, habían nacido en el año 1994, sin que cada uno conociera la existencia del otro.

Apuntes del Subsuelo se gesta en la cafetería de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense, aunque contó siempre con personas de otras facultades y con otras ajenas a la universidad. Fue una revista con vocación de fanzine o un fanzine con vocación de revista, que nació contra el tedio de las aulas y los pasillos, contra la rutina infértil que mueve la generalidad del campus universitario. Quería ser, y básicamente lo fue, un punto de encuentro entre la crítica política, el pensamiento en general (ya fuera sobre economía, sociedad, arte o ciencia) y la creación literaria. Su falta de jerarquías internas (no existía un verdadero consejo de redacción) determinó que no todo lo publicado tuviera la calidad necesaria, pero ello también se debió a que trató de estar abierto para ser una incitación a la acción frente a la pasividad circundante; de esta manera, muchos de los que apasionadamente intentaron colocar algún texto entre sus tapas, lo hicieron.

A pesar de ello, Apuntes mantuvo siempre una línea coherente con sus principios críticos y con su confianza en la creatividad y en que pensar era, siempre, aprender de nuevo a ver. Por último, Apuntes se caracterizó por la recuperación de autores despreciados o desenfocados por el aparato universitario. Una miscelánea de poetas, escritores y pensadores en general desfilaron a lo largo de sus seis números.

El segundo proyecto que confluye en Acuarela Libros es la compañía discográfica Acuarela, un sello independiente que ve la luz a finales de 1993, y que, en cierto modo, es también una reacción frente a la inercia que movía a la llamada música "alternativa" española hacia cánones ya hechos y seguros.

Acuarela Discos ha venido publicando, desde su origen, anomalías, álbumes que ninguna otra compañía se atrevía a publicar pero que, una vez publicados, se convertían en referente para muchos. Con un criterio ajeno a lo comercial, aunque con el lógico interés por la supervivencia económica, Acuarela Discos apostó desde el principio por una línea de riesgo y calidad musical, por grupos que se salían de los cánones del pop y artistas que se arriesgaban a explorar nuevos caminos, que entraban en ese confuso y rico terreno de la música que puede servir de banda sonora a una vida: música de emoción, por la que apasionarse.

Acuarela Libros no sólo se vale del entramado funcional, del nombre y de la experiencia como pequeña empresa de Acuarela Discos, sino que también hereda de ella la ilusión por el descubrimiento de nuevas voces y de voces olvidadas, de extrañas voces caracterizadas por la excelencia de su tono y su timbre.

Acuarela Libros no es realmente fruto de la fusión de Apuntes del subsuelo y Acuarela Discos pero el nacimiento de la editorial debe mucho a las interferencias, no siempre confluentes, entre ambos proyectos. En definitiva, nuestros objetivos como editorial han venido marcados por tales interferencias.

El horizonte que nos hemos encontrado, el mundo editorial español, está marcado por la velocidad en la producción, la infernal rotación de novedades, los grandes grupos empresariales y su conexión con los medios de comunicación.

Es un panorama en que el libro es un bien de consumo y no de uso, un efímero elemento de paso por la zona visible y real de las librerías; un panorama, en definitiva, completamente regido por lo económico. Los libros se producen y ello lleva a una forma de publicación que no se rige por la calidad ni por la excelencia. A pesar de que las editoriales dominantes publiquen algún que otro buen libro, la tónica general es la que define el mercado. El libro como objeto tampoco es cuidado y, así, elementos como los materiales con que se fabrican (o las traducciones) se descuidan a menudo. Ello es fruto de esa velocidad mercantil y competitiva.

Acuarela pretende lo contrario: cuidar el libro con el celo propio de un verdadero editor, desde la selección del texto hasta su resultado material, pasando por la traducción o la propuesta gráfica. Ésta corre a cargo del ilustrador Acacio Puig, cuyas ilustraciones tratan de ser algo más que un mero añadido o complemento subordinado al texto para incorporar una reflexión o diálogo con el mismo.

La coherencia de Acuarela Libros no estriba en una línea de contenidos concreta. Su esencia está en la búsqueda, por un lado, de un catálogo de calidad que combine las nuevas voces con los libros olvidados, es decir: que sea un antídoto contra el olvido. Pero, sobre todo, busca publicar libros donde las palabras puedan llevar a la acción. Nuestro objetivo es, por tanto, aportar una modesta contribución como editores, a vencer la mecánica de supervivencia existente en todos los ámbitos de la vida actual. Publicar libros de calidad (cosa que ya de por sí rompe con algunas mecánicas) que puedan convertirse para el lector en invitación, Anhelo, Posibilidad, Tentación, Sacudida, Despertar... Arrebato, incluso. Abrir alguna nueva ventana por la que se pueda mirar de otra manera.